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Un vecino salvó a a cuatro niños tras una crecida

Ocurrió en el Río Agua de Oro cuando Pablo Panuntin, vecino de de la localidad, rescató a los niños .

Foto ilustrativa: Prensa Municipalidad Agua de Oro

El miércoles 27 de enero, pasadas las 18 hs., Pablo Panuntin, vecino de Agua de Oro, caminaba junto a su amiga Camila Jaime Moyano por la costanera del río que atraviesa esta tranquila localidad serrana. Pablo venía filmando un video para sus amigos, en el que mostraba lo “clara que estaba el agua”.

“Veníamos caminando desde el Camping, como yendo para el vado de Mi Rincón, íbamos por la calle de San Leonardo, yo le estaba mandando un video a mis amigos de Córdoba contándoles de mi bendición de estar caminando y disfrutando de ese río tan lindo, tan clara estaba el agua en ese momento, todo super tranquilo”, relata Pablo.

“Cuando subimos la loma vemos que el agua estaba muy oscura, había cambiado de color totalmente. Todo en cuarenta segundos, no más. Nos asombramos con Camila de ese cambio repentino. Al bajar la loma llegamos a la zona de lo que era el Balneario, que se lo llevó la crecida en el 2015, notamos que el agua estaba turbia y más turbulenta, y comenzamos a ver gente que salía del río,” continúa Pablo.

“Fue ahí cuando vimos a gente alborotada al lado del río, y vemos que quedaban cuatro niños al medio del río: tres en una piedra y otro en otra piedra. Eran como islas en el medio del río, y la gente decía quién se mete, quién se mete y yo no lo pensé, me saqué la ropa, un hombre me alcanzó una piola que no sé de dónde salió, me la até y me largué. Pero la piola se cortó y ahí me quedé medio desestabilizado, pero pude llegar a las piedras, y fui sacando uno a uno los chicos”, detalla el valiente vecino.

Camila Jaime Moyano cuenta que “Pablo no dudo y se metió, empezó a sacarlos a uno por uno del agua, así, solo, y los fue subiendo a la otra orilla, actuó sin pensar que era peligroso también para él”.

Pablo continúa diciendo que “el miedo los había paralizado a los niños, hasta tenían miedo de venir conmigo, yo también tenía un poco de miedo, pero no me quedaba otra más que jugármela, sino era peor”, confiesa.

Ante la consulta de por qué lo hizo, Pablo Panuntin cuenta él cree mucho en Dios, “Dios me usó de instrumento en ese momento para salvar a los chicos, no lo pensé, fue instintivo”, concluye. Por su parte, el oficial principal Muñoz, de la comisaría local informa que ellos junto a personal de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad llegaron al lugar, pusieron los niños al resguardo y luego se los entregaron a la familia: “en el día de ayer se toma conocimiento de estos chicos que habían quedado del otro lado de la vera del río, personal de la municipalidad y de esta dependencia se constituyeron al lugar, los sacaron del otro lado del río y los pusieron al resguardo”.

“Cuando nosotros llegamos los chicos ya se encontraban a la vera del río, nosotros los sacamos de ahí y se los entregamos a sus padres”, concluye Muñoz.