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Río Ceballos: «Caminata Consciente» y calidad de vida

Fabiana Medina y Eugenia Lépori son dos inquietas vecinas que se animaron a mixturar sus conocimientos artísticos con una actividad muy presente: la caminata, pero desde una perspectiva consciente y “enfocada en el andar”.

Por Víctor Valente – Revista La Unión Regional (www.launionregional.com.ar/wordpress)

Si tomamos bien en cuenta que nuestro cuerpo es el único vehículo para desarrollarnos, transportarnos y relacionarnos, y en tales sentidos, advertimos que cada movimiento puede derivar en ordenar y fortalecer dicho cuerpo, la conclusión a la que podemos llegar es a la del aprendizaje de una nueva forma de tratarlo.

En las redes sociales, Euge y Fabi plantean que de eso se trata la “caminata consciente” que proponen: “Aprender a enfocarnos, conscientes y responsables de nuestro bienestar”.

Fabiana es madre de dos adolescentes, bailarina clásica, de jazz, tap y contemporáneo, docente de danza clásica, se especializó en entrenamiento integral para bailarines y reeducación de conductas posturales a través del enfoque sensoperceptivo. Y además es cantante, comparte con su compañero el proyecto musical “Fourtune”.

Eugenia también es mamá de tres jóvenes, bailarina, cantante, modista de alta costura y sastrería. Ha dado clases y organizado eventos de tango desde 2004 y en los últimos 11 años ha sustentado su hogar con un taller de costura y dando clases de corte y confección,  dejando el costado artístico de danza y canto como espacio recreativo y expansivo de lo personal.

-¿Cómo fue el “despertar” a esta idea de la caminata consciente?

Euge: -En mis 48 años, habiendo transitado algunas vivencias personales, económicas, emocionales, climáticas, políticas, he ido cosechando herramientas para atravesarlas, y obviamente el cuerpo, su expresión y movimiento, y la meditación, son con las que me he desenvuelto mejor. Con la pandemia y el encierro, las preocupaciones y trabas adjuntas, me escapaba a caminar, pero me di cuenta de que la cabeza no paraba o mejor dicho, yo la dejaba que haga.

Empecé a enfocarme en el andar mismo, y en lo que eso provocaba en mi cuerpo. Sensaciones en la espalda, nuca, cabeza, cara, planta de los pies… así, captando. Y registrando me fui calmando, y ahora me reconforta. Cada tanto me daba cuenta de que estaba encogiendo hombros, que mi cabeza no iba alineada, que piso con más peso de un lado, que uno de los brazos se balancea más libre mientras el otro va quieto junto al torso, etc. Ahí se me apareció la imagen de que la  Fabi, mi maestra y amiga, debería estar ahí acomodando, ordenando. Se lo propuse y empezamos a armar el proyecto, darle forma para ofrecerlo.

-¿Qué van a intentar lograr?

-Queremos compartir lo que nos hace bien. Lo que cada una viene haciendo hace muchos años. Transmitir la idea de que en una mismo está la responsabilidad del cambio que precisamos para estar mejor. Como ese concepto de que la salud no viene envasada con la pildorita que tomás, sino que pasa por la alimentación, el entorno, las actividades o la compañía de las que te provees. Hacernos cargo  de nuestro estado. Aliviar el cuerpo de dolores, tensiones, sobrecargas, aprendiendo a ordenar el movimiento. Calmar la mente quitando o disminuyendo el “ruido de pensamientos residuales” enfocándola en la tarea. Atendiendo el andar  cual meditación activa. Estamos sujetos al ritmo frenético del trabajo, redes, familia, expectativas. El punto más importante de lo que queremos lograr, es que quienes vengan a caminar, se lleven estas herramientas para el lado de su propia cotidianeidad. Que lo puedan aplicar en el aquí y ahora, en las tareas que desempeñan, como un bálsamo.

-¿Caminamos mal?

-Algunos menos que otros, pero casi todos tenemos desequilibrio en la bipedestación. Todos los cuerpos reflejan el uso que le damos, las vivencias que transitamos, cómo estamos emocionalmente y de salud, la personalidad tensa o laxa, introvertida o al revés. Esto, inexorablemente, condiciona la postura y entonces también la caminata y la forma de pararnos.

-En las redes sociales abordan un término desconocido: la fascia. ¿Qué es?

-Intentando ponerlo en palabras fáciles, la fascia es el tejido que envuelve todas nuestras estructuras internas, las conecta, les dá forma, comunica de una punta a la otra. Por eso cada vez que te movés o incluso respirás, hay pequeños movimientos que “viajan” y se reflejan desde la cabeza hasta la planta de los pies.

Es seguro, que si cambiamos estas posturas viciadas, el fluir de la energía orgánica se reestablece.

Fuente: Revista La Unión Regional (www.launionregional.com.ar/wordpress)

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