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Murió Leopoldo Jacinto Luque

El campeón del Mundo del 78 falleció a los 71 años. Luego de contraer Coronavirus, estuvo más de un mes internado en una clínica de Mendoza.

El buen goleador tiene la virtud de estar en el lugar indicado, en el momento justo. Está ahí, esperando la oportunidad, porque el wing se puede escapar de su marca y mandar un centro para que el nueve se zambulla al gol. Esto le pasó a Leopoldo Jacinto Luque en el Mundial 78, su momento máximo en su larga y trabajosa carrera como futbolista.

En la tarde de hoy el goleador santafecino murió producto del coronavirus en Mendoza, donde estaba radicado desde que dejó la práctica activa del fútbol.

Luque estaba alojado en una sala de terapia intensiva, adonde llegó tras haber contraído la Covid-19, un cuadro que se complicó por su condición de paciente de alto riesgo, con patologías cardíacas y diabetes.

Según señalaron las autoridades de la clínica, hasta el viernes pasado estaba con parámetros normales y se había decidido despertarlo paulatinamente. Sin embargo, sufrió una arritmia y los médicos tuvieron que volver a dormirlo.

El ex campeón sufrió en la mañana del lunes un paro cardíaco, del que fue recuperado por los profesionales de la salud que lo asistieron. De todos modos, el daño era irreversible a nivel neurológico y no soportó el cuadro general, por lo cual falleció por la tarde.

Goleador paciente y oportunista

Luque era el centrodelantero que eligió Cesar Luis Menotti para el Mundial 78. Leopoldo venía de tener muy buenos años con River Plate de Ángel Labruna logrando salir campeón con los MIllonarios después de 18 años de sequía.

Pero la carrera de Leopoldo Jacinto Luque no fue siempre de éxito. Debió tener paciencia para aprovechar la oportunidad en el fútbol. Nació en la ciudad de Santa Fe el 3 de mayo de 1949, hizo la inferiores en Unión de la misma ciudad, sin embargo le costó ganarse un lugar en el club. En el 68 fue prestado a Sportivo Guadalupe de Santa Fe, un equipo de la liga local, en el 69 a Gimnasia y Esgrima de Jujuy y en el 70 a Central Norte de Salta mientras hacía el servicio militar en esa provincia.

A la vuelta de su buen paso por el norte, volvió a Unión, pero fue nuevamente prestado en el 71 a Atenas de la Liga santafesina y por dos años a Rosario Central, aunque jugó solo cuatro partidos. En el 74 vuelve a Unión que se encontraba en Primera B. Mientras veía el Mundial de Alemania 74 por televisión (el primer mundial televisado en Argentina), empezó a aprovechar la oportunidad. Fue capitán, figura y goleador del equipo que se consagró campeón y logró el ascenso a primera. Sus buenas actuaciones llamaron la atención de Labruna y luego vino su transferencia a River Plate.

En la banda roja, estuvo cinco años, logró cinco títulos jugando 207 partidos y convirtiendo 84 goles. Su cosecha goleadora lo llevó a ser el nueve de la selección en el mundial Argentina 78. Jugó cinco partidos y convirtió cuatro goles. Durante ese mundial Luque pierde a su hermano Oscar, en un sinestro vial, el mismo día que jugaba su segundo partido, con Italia. Finalmente no juega ese partido, vuelve al encuentro siguiente contra Francia y convierte un gol.

Una vez retirado de la práctica activa del fútbol, fue técnico de muchos equipos, en especial del ascenso y de Mendoza, donde se radicó. Uno de los clubes que dirigió fue Belgrano, en el año 89 pero renunció ante de la finalización de la primera rueda.

Tanto la AFA, River Plate, ex compañeros, como Mario Kempes, Ubaldo Matildo Fillol y el Conejo Tarantini y otros jugadores como Nery Pumpido o Gabriel Batistuta lo despidieron a través de las redes sociales.