Córdoba, la Docta

Impunidad y reincidencia

Jorge Edmundo Barbará, propuesto por la Facultad de Derecho de la UNC como profesor emérito, fue impugnado como integrante de la Constituyente en 2001.

Jorge Edmundo Barbará junto al Rector de la Universidad Católica de Córdoba (Foto: Facebook UCC)

POR CARLOS VICENTE (*)

El 7 de septiembre de 2001 Jorge Edmundo Barbará  fue impugnado en su  título  para integrar la Convención  Constituyente de la Provincia de Córdoba. La razón de la impugnación fue “la inhabilidad moral ocasionada por la carencia de aptitudes para desempeñar su mandato”, cuestión que estaba motivada en su condición de integrante del gobierno de la Dictadura Militar.

En el proyecto de impugnación habían confluido dos propuestas: una que había sido elaborada por la agrupación Hijos y presentada en la Convención por el Bloque de Izquierda Unida y otra que habíamos formulado  desde el bloque del Frente Grande en la que agregábamos el carácter de activo participante en los claustros universitarios en la elaboración de un manifiesto de apoyo a la Dictadura en ocasión de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en setiembre de 1979 a nuestro país.

Este tema fue el primer debate de ésa Asamblea y Jorge Barbará no negó los argumentos que se expresaron en la impugnación, sino que justifico la ruptura del orden institucional en la situación de peligro extremo que vivía el país. Ramón Pedro Yanzi Ferreira, en ese momento decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), y también convencional electo, fue uno de los principales defensores de las virtudes de su  colega Barbará (también decano, pero en la Universidad Católica de Córdoba) y agregó argumentos de tono ultramontano.

El bloque de Unión por Córdoba, al cual pertenecía Barbará en esa ocasión, tenía la mitad más uno de los miembros de la Constituyente lo que le alcanzó para rechazar la impugnación y mantener al ex integrante de la Dictadura en la Asamblea Constituyente. Por cierto, vale la pena recordar que el último acto de esa misma Asamblea Constituyente fue la disolución -por caducidad- de la Legislatura, hasta ese momento bicameral, que fue votado exclusivamente por el bloque de Unión por Córdoba ante el retiro de toda la oposición y que significó  uno de los hechos fundacionales más oscuros del Cordobesismo.

Ahora nos enteramos que la UNC ha proyectado y tiene a consideración designar como Profesor Emérito  a este señor con semejantes antecedentes junto a otro ex funcionario dictatorial como José Palazzo. La opinión democrática de Córdoba no puede observar esto en silencio y pasividad. Nuevamente, es indispensable actuar crítica y activamente para impedir una vergüenza más.

Fuente: ENREDACCION (https://enredaccion.com.ar)

(*) Abogado, docente universitario, ex secretario General de la UNC.