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“Hay que evitar que la transición sea controlada por los sectores de derecha, EEUU y la OEA”

Con el 60% de la población sumida en la pobreza, Haití es un país azotado por la miseria. Siempre en el ojo de la tormenta, el país caribeño no ha tenido paz a lo largo de los últimos 200 años. Ayer grupos armados asesinaron al presidente Jovenel Moise. Para el dirigente social Camille Chalmers, la situación es de extrema gravedad institucional.

Camille Chalmers señaló que el presidente Jovenel Moise gobernó en un total aislamiento político, enfrentado con los distintos sectores sociales del país.

Hasta la naturaleza se ensañó con Haití. Además de los huracanes y los terremotos – el de 2010 dejó un saldo de 300 mil muertes – el país caribeño no ha tenido paz a lo largo de los últimos 150 años. Condenado a abonar una indemnización millonaria a Francia por “independizarse” de la potencia europea, su población pagó el precio más alto: hoy alrededor del 60% es pobre y el 40% padece inseguridad alimentaria.

Con la bota de Estados Unidos siempre dispuesta a pisar el territorio, la crisis política y la ola de violencia fueron moneda corriente durante el último tiempo. Según el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (CARDH), más de 150 personas fueron asesinadas y otras 200 secuestradas entre el 1 y el 30 de junio en Puerto Príncipe. Como corolario, ayer en la madrugada grupos armados asesinaron a balazos al presidente Jovenel Moise en su residencia junto a su esposa.

”Estaba gobernando en una situación de aislamiento político casi total. Tenía un antagonismo muy fuerte con la mayoría de los sectores sociales y políticos del país”, explicó Camille Charlmers, representante de la Plataforma para el Desarrollo Alternativo de Haití (PAPDA). Desde el 2018 en adelante, gobernó con decretos lo que le valió el descontento de gran parte del pueblo haitiano que se manifestó en reiteradas ocasiones exigiendo su renuncia.

En diálogo con Nada del Otro Mundo, el economista señaló que todavía no hay datos certeros acerca de quién ordenó y ejecutó el homicidio. Una de las hipótesis está relacionada con la presunta conexión que mantenía el mandatario con las pandillas armadas que van ganando cada vez más poder en la capital del país.

“La situación es sumamente complicada: no hay Parlamento y quien debería reemplazar al presidente es el titular de la Corte Suprema de Justicia, René Sylvestre, quien murió de covid hace días atrás”, detalló. “El día antes de su asesinato, el presidente había nombrado a un nuevo primer ministro, pero todavía no asumió el cargo”, comentó.

En una entrevista publicada en febrero de este año en el diario El País, Jovenel Moise había denunciado que “un grupo de oligarcas querían apoderarse de Haití” y acusaba a las familias propietarias del sector eléctrico. “Mi mandato empezó el 7 de febrero del 2017 y termina el 7 de febrero de 2022. Entregaré el poder al pueblo”, expresó en su momento el “empresario bananero” que integraba el partido de centroderecha Tet Kale.

Para Camille Chalmers, la situación actual es de una crisis institucional muy grave, donde prima la incertidumbre y el miedo. “Es terrorismo de Estado”, lanzó. Con la declaración del Estado de Sitio y el país bajo el control del Consejo Nacional de la Policía de Haití, el gran desafío estará enfocado en poder organizar un proceso electoral que asegure la participación real de la población. “Hay que ver cómo vamos a trabajar para evitar que las fuerzas armadas y los sectores de derecha tomen el control absoluto de la transición, con la complicidad de Estados Unidos y la OEA”, finalizó.