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Ecuador: el banquero que ahora es presidente

Por Redacción La Tinta • 12/04/2021 14:09 • Tiempo estimado de lectura: 7 minutos

La Tinta

La segunda vuelta electoral dio como resultado el triunfo del candidato de derecha Guillermo Lasso, que será el próximo presidente de un país en estado crítico por la pandemia y las demandas de ajuste del FMI.

(María Fernanda Landin – Reuters)

La derecha en Ecuador, en este caso, con el banquero Guillermo Lasso a la cabeza, se aferra todavía más al poder y al gobierno, luego de finalizada, ayer, la segunda vuelta electoral entre los candidatos de Creando Oportunidades y de Unión por la Esperanza, Andrés Arauz.

Las expectativas del balotaje en Ecuador eran inmensas para América Latina. En las elecciones del 7 de abril, ninguno de los dos candidatos pudo superar el 40 por ciento, por lo cual la segunda vuelta se convirtió en definitoria.

Los resultados finales del balotaje dieron el 52,56 por ciento (más de cuatro millones de votos) a Lasso, en tanto que Arauz obtuvo 44,74 por ciento (más de 3.900.000 de votos). El Consejo Nacional Electoral (CNE), además, confirmó que el voto nulo en todo el país fue del 16,29 por ciento, una cifra sin precedentes en el país y responde a la postura tomada por sectores del movimiento indígena y campesino, principalmente encabezados por el candidato presidencial Yaku Pérez, un referente cuestionado por sus vínculos con la derecha local y extranjera.

Lasso, vinculado fuertemente a la banca internacional, a Estados Unidos y a la derecha latinoamericana, se desempeñó como presidente ejecutivo, entre 1994 y 2021, del banco de Guayaquil, del que es uno de los principales accionistas. También fue nombrado gobernador del Guayas por el cuestionado ex presidente Jamil Mahuad (1998-2000). Durante esta administración, Lasso fue designado ministro secretario de Economía, en el contexto de la crisis financiera en el país a finales de la década, que pulverizó la moneda nacional en beneficio de la banca privada.

El país que el actual mandatario Lenín Moreno le deja a Lasso se encuentra en una profunda crisis: se calcula que Ecuador tiene el 70 por ciento de trabajadores informales o por debajo del salario mínimo, con 1.870.000 nuevos pobres durante la administración de Moreno y con una deuda externa equivalente a 45 por ciento del PBI. A este panorama desolador, se suma la desatención estatal desde que comenzó la pandemia de coronavirus, por lo cual Ecuador tiene más de 17.000 fallecidos y un sistema sanitario desbordado.

Ecuador Guillermo Lasso presidente electo la-tinta

Ante la situación económica que atraviesa el país, impulsada por Moreno y su gabinete, el Fondo Monetario Internacional (FMI), convocado por el gobierno saliente, exige aumento de impuestos, reducción de inversión pública, aumento del IVA y medidas anticorrupción. La alianza entre la administración de Moreno y el FMI es muy probable que se profundice durante la gestión de Lasso. Las medidas impuestas por el organismo internacional desembocaron en las masivas protestas de 2019, que fueron reprimidas y tuvieron un saldo de 11 muertos y 1.300 heridos.


Conocidos los resultados finales de la segunda vuelta, Lasso –que para mucho “cogobernó” junto a Lenín Moreno- se dirigió a sus seguidores y reiteró sus promesas de campaña: el aumento del salario básico de 400 a 500 dólares, impulsar a los emprendedores con apoyo financiero, educación de calidad, universidades accesibles y mejor cuidado de la salud.


“Este es un día histórico, un día en que todos los ecuatorianos han decidido su futuro, han expresado con su voto la necesidad de cambio y el deseo de mejores días para todos”, aseguró el mandatario electo. “Quiero agradecer a los ecuatorianos que me han brindado su confianza, que han salido a votar con espíritu democrático y lo han hecho en paz, que han dado un mensaje muy claro y contundente: ‘Los ecuatorianos creemos en la democracia, creemos en la libertad’”, agregó Lasso.

Por su parte, Arauz reconoció el triunfo del banquero y manifestó: “Ha llegado el momento de avanzar, tenemos que tender puentes y construir puentes, este es un traspié electoral, pero de ninguna manera una derrota política y moral, porque nuestro proyecto es de vida”. “Los más de cuatro millones de votos que me acompañan hoy son un mandato –expresó el candidato progresista-, un compromiso de defender políticas que acompañen y promuevan la justicia social, la dignidad, la educación y la salud pública. Con toda nuestra fuerza política y legislativa, que nos hace ser la principal fuerza política de la República del Ecuador, estaremos atentos ante cualquier intento de usar al Estado para beneficio de pocos privilegiados, estaremos, como siempre lo hemos hecho, defendiendo a las grandes mayorías”.

Arauz, vinculado al ex presidente Rafael Correa y su administración, fue blanco de una insistente campaña mediática en su contra, en la cual se utilizaron fake news y acusaciones sin ningún sustento contra el candidato, como, por ejemplo, su supuesta relación con la guerrilla colombiana.

“Tenemos el objetivo de poder construir esa nueva mayoría, ese bloque histórico, representado por el progresismo, la plurinacionalidad y la socialdemocracia, son elementos constitutivos de nuestro Estado, de nuestra Constitución, y debe verse reflejada en la mayoría popular progresista que requiere el Ecuador. Hoy, no es el final, es el comienzo de una nueva etapa del poder popular”, analizó Arauz.

En declaraciones a la agencia Prensa Latina, el académico y analista político Fernando Casado consideró que Arauz perdió el balotaje por tres razones fundamentales: “Por un lado, hay una victoria clarísima en Pichincha, donde, con el escrutinio casi completo, la diferencia es de 30 puntos, teniendo en cuenta que la provincia concentra el 17 por ciento del total del electorado”. El segundo punto tiene relación con Guayas, donde está el 22 por ciento de los votantes y se esperaba un margen a favor de Arauz mayor al 5 por ciento obtenido con respecto a Lasso, “aunque estimó necesario tener en cuenta que ese territorio siempre fue feudo del socialcristianismo”, indicó el analista. Por último, señaló como determinante que el voto nulo -promovido por el Partido Pachakutik, tercero en la primera vuelta de elecciones- terminó como un apoyo masivo a Lasso.

“Tengamos en cuenta que, en algunas provincias, el margen es de 75 contra 25 por ciento, entonces, aunque en territorios como Cotopaxi, Chimborazo y Tungurahua la diferencia es de solo dos o tres puntos, finalmente, ha sido abrumadora”, recalcó Casado. El académico también resaltó que en esta segunda vuelta ganó el candidato de la ultraderecha, de la guerra sucia y de las campañas basadas en la banalización de la política, “vaciando de contenido una propuesta programática racional y, de alguna manera, el tiro al miedo también triunfó”. “Eso lo hemos visto en otros lugares con Jair Bolsonaro (Brasil), Donald Trump (Estados Unidos) y de nuevo acá ese tipo de política, pues han resultado victoriosas”, agregó.

Tras el triunfo de Lasso, los principales dirigentes de la derecha latinoamericana festejaron su triunfo. Uno de los primeros en felicitar al presidente electo de Ecuador fue Mauricio Macri, ex mandatario argentino, que, en un twitter, expresó: “Acabo de hablar con Guillermo Lasso para felicitarlo por su triunfo, que es muy importante para Ecuador y para la región”. En tanto, el ex presidente colombiano y acusado de narcotráfico, corrupción y crímenes de guerra, Álvaro Uribe Vélez, manifestó: “Felicitaciones, Presidente Lasso, Ecuador ejemplar en la defensa de la democracia”. Desde Bolivia, Jorge “Tuto” Quiroga celebró que el “11 de abril quedará sellado como el día que Ecuador se liberó del correísmo y América Latina del chavismo; el día que nuestra región rechazó la autocracia y triunfó la democracia”.

El ex presidente Correa también se pronunció tras los resultados. “’No es un final, sino un comienzo’, ha dicho Andrés –twitteó- Gracias a todos por su apoyo. Sinceramente creíamos que ganábamos, pero nuestras proyecciones eran erradas. Suerte a Guillermo Lasso, su éxito será el de Ecuador. Solo le pido que cese el lawfare, que destruye vidas y familias”.